Centro Educativo Madre Teresa de Calcuta
Taller de Informática 4to. Grado Nivel Medio
Profesor: Adán Ureña M.A.
Tema: Software & Hardware
Capítulo III.
4 factores a tener en cuenta a la
hora de elegir Un Case o Caja para el PC
La caja de nuestro ordenador será la encargada de
albergar todo el hardware que montemos en su interior, y por ello de ella
dependen ciertos factores como la capacidad de ampliación, cierto punto de la
refrigeración, el ruido general que emita nuestro sistema, y otros factores que
no se suelen tener en cuenta, como la facilidad de limpieza o la gestión de
cables.
1. Capacidad
de Ampliación.
Cuando compramos un ordenador, solemos elegir la caja
en función de lo que vamos a montar en ese momento, y no miramos un poco de
cara al futuro. Por ejemplo, ¿qué pasa si queremos cambiar de tarjeta gráfica,
o si nos quedamos sin almacenamiento y necesitamos añadir más discos duros? ¿O
qué ocurre si nos damos cuenta de que nuestro ordenador se calienta demasiado y
necesitamos ponerle un disipador mejor, pero éste no cabe porque la caja es muy
pequeña?
Por ello es importante elegir una caja mirando un
poquito al futuro. Está bien que la caja tenga una estética que nos guste, pero
lo verdaderamente importante de ésta es lo que es capaz de albergar en su interior,
y por ello las cajas demasiado pequeñas no suelen ser recomendables salvo en
casos específicos como HTPCs, o que tengamos una limitación inevitable de
espacio donde vayamos a ponerla en nuestro escritorio.
2. Refrigeración y Gestión de Cables.
La caja es un componente muy importante a la hora de
mantener nuestro sistema fresco. Tener el ordenador con buenas temperaturas
alarga la vida de los componentes albergados en su interior, y ésto no solo se
consigue con un buen disipador para el procesador. Normalmente, los
ventiladores frontales de las cajas son los encargados de meter aire fresco al
interior, ventilando los discos duros a su paso y facilitando que el aire fluya
a través del disipador del procesador. Los ventiladores trasero y superiores, dependiendo
siempre del caso, son los encargados de sacar el aire caliente fuera de la
caja, de manera que generan entre todos un flujo constante de aire fresco que
entra y aire caliente que sale. El ventilador trasero es especialmente
importante puesto que salvo que utilicemos una tarjeta gráfica tipo blower, es
el que recibe todo el aire caliente que ésta genera, amén del que genera el
disipador del procesador. Por ello, escoger una caja con una buena
refrigeración es indispensable si queremos mantener todo el sistema con buenas
temperaturas.
Además de ello, hay que hacer mención a la gestión de
cables. Si la caja no tiene una buena gestión de cables, éstos quedarán por
medio, interfiriendo con el flujo de aire de la caja y provocando bolsas de
aire caliente, lo cual es nefasto para la vida de los componentes internos.
3. Ruido.
A nadie le gusta que su ordenador haga demasiado
ruido, sobre todo para todos aquellos usuarios que tienen el PC en su
habitación y lo dejan encendido por las noches. La caja tiene una gran
responsabilidad en este ámbito, y por ello hay que tener en cuenta diversos
factores a la hora de elegir una:
Calidad
de materiales: Una caja con
excesivo uso de plástico o con acero de mala calidad tenderá más a combarse y
por tanto a vibrar, lo que genera ruido.
Velocidad
y calidad de sus ventiladores:
si los ventiladores de la caja están funcionando siempre a máxima velocidad,
aunque favorecerán sin duda una mejor temperatura, generarán mucho ruido.
Sistemas
anti vibraciones: Las
cajas de buena calidad suelen incluir sistemas anti vibraciones en las bandejas
para discos duros, en el soporte de la fuente de alimentación, y en las patas
de la propia caja.
Cajas
con material aislante del sonido:
Si somos unos fanáticos del silencio, hay cajas específicamente diseñadas para
evitar el ruido, las cuales incluyen paneles aislantes en los laterales y techo
de la caja.
4. Facilidad
de limpieza.
Con los ventiladores de la caja y de la fuente de
alimentación metiendo aire en su interior, es inevitable que entre polvo. El
polvo, con el calor, se convierte en hollín, el cual se solidifica y puede
llegar al extremo de evitar que los ventiladores sigan girando (amén por
supuesto de producir más ruido en éstos). Por ello, además de limpiar el
interior de la caja con relativa frecuencia, es aconsejable elegir una caja que
cuente con filtros anti polvo extraíbles, los cuales “frenan” la entrada de
polvo en gran medida (si bien nunca son 100% efectivos).
A este respecto tenemos que volver a incidir en el
punto 2 de este artículo: una buena gestión de cables evita la acumulación de
polvo. Imaginad que tenemos los cables sobrantes de la fuente de alimentación
recogidos en el suelo de la caja; esto producirá que el polvo se acumule en
gran medida en esta zona, generando burbujas de aire caliente con mayor
velocidad.
Fuente
Bibliográfica:
Rodrigo Alonso
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