Tecnología
Biométrica en el Sector Financiero
Visa
& Mastercard
Incorporan
Tecnología Biométrica en Tarjetas de Créditos
La seguridad y la comodidad son claves
para los servicios de pago y crédito, en especial ahora que la nueva
directiva europea (PSD2) permite al comercio cargar directamente a la cuenta
del usuario, sin intermediarios.
Además, las compañías
comercializadoras de tarjetas han reaccionado a la irrupción de las grandes
tecnológicas en este mercado y, ante la incorporación de aplicaciones como
Google Pay o Samsung Pay, entre otras muchas, para pagar
desde dispositivos electrónicos, MasterCard, Visa y otras entidades han
desarrollado tarjetas que incorporan lectores de huella. Con ellos se consigue
vincular de forma inequívoca la transacción al titular, evitar la memorización
de números PIN y disponer de un elemento permanente e inalterable que garantice
la continuidad en el tiempo del elemento de seguridad. Mientras, en China, ya
se ensaya con el pago con reconocimiento facial en el metro.
La generalización de las tarjetas sin
contacto ha sido un avance en cuanto a comodidad. Pero las compañías siguen
buscando fórmulas que, además, sean seguras. Vincular
la cuenta a una característica singular e irrepetible es una de las soluciones.
Se aplica ya en banca, pero en el futuro se aplicará en todos los ámbitos.
Estados Unidos quiere tener en dos años sistemas de reconocimiento facial en
los principales aeropuertos.
Con las tarjetas con lectores de
huella, el usuario sitúa su dedo sobre el sensor y sustituye al PIN que ahora
se requiere para compras superiores a determinada cantidad. Es más seguro
(nadie puede confirmar la transacción sin tu identificación digital) y más
rápido.
MasterCard ha presentado y probado en
Sudáfrica sus primeras tarjetas con lector de huellas dactilares incorporado.
Visa ha desarrollado también un programa piloto en Estados Unidos y en Chipre.
A las ventajas mencionadas, esta compañía añade que con este sistema es
innecesaria la actualización de los terminales de venta, ya que los existentes
son compatibles, y los sensores no necesitan batería porque utilizan la energía
del terminal de pago.
“El mundo se mueve rápido a un futuro
libre de contraseñas. Los usuarios se percatan de que la tecnología biométrica puede hacer sus vidas más fáciles”,
señala Jack Forestell, jefe de Soluciones de Mercado Global para Visa en la web
de la compañía.
Esta tecnología se va acercando. El
banco británico NatWest ya la ha distribuido entre 200 clientes para comenzar
las pruebas en colaboración con la firma de seguridad Gemalto, Visa y
MarterCard.
Nueva
directiva
La llegada del nuevo sistema de
identificación se ha acelerado por la segunda Directiva de Servicios de Pago (PSD2,
por sus siglas en inglés Payment Service Providers), que pretende
crear un mercado único de pagos en la Unión Europea más ágil, competitivo y
seguro.
Según explica BBVA, hasta ahora,
cuando se realiza una compra online, el comercio tiene que recurrir
a una serie de intermediarios, como los proveedores de pagos electrónicos, que
a su vez se ponen en contacto con la compañía de la tarjeta (por ejemplo, Visa
o MasterCard) que finalmente cargan el cobro a una cuenta corriente.
Sin embargo, la PSD2 permite al
consumidor autorizar directamente al comercio el cobro a través de su cuenta
bancaria: el comercio y el banco se comunican directamente utilizando una API
(Application Programm Interface).
Esto implica que los bancos tienen
que permitir el acceso a terceras empresas, conocidas como TPPs (Third Party
Payment Service Providers), y estas deben garantizar todas las medidas de
seguridad, donde la identificación biométrica juega un papel fundamental.
Las dos limitaciones principales son
la posibilidad de replicar la huella o los ataques a las bases de datos donde
se almacenen los datos personales vinculados a la misma. Los desarrolladores de
las tarjetas, como Gemalto, defienden que la información personal relacionada
con la huella no se almacena en la base de datos de la entidad bancaria o en el
comercio sino en la tarjeta, por lo que siempre está en manos del
usuario. Esta fórmula garantiza la privacidad, pero aún queda sin resolver
al 100% la posibilidad de que alguien pueda reproducir de forma artificial las
huellas y se mantiene la permanente amenaza de piratas que roben los datos
biométricos y los usen de forma ilícita.
Fuente Bibliográfica: